Esta paciente presentaba una nariz excesivamente larga, con una prominente giba y la punta caída.
Se corrigió la giba dorsal y la posición de la punta, y se logró armonizar la forma y el tamaño de la nariz a su cara, con un excelente resultado.
En las imágenes postoperatorias obtenidas a los 10 días, apenas observamos inflamación ni hematomas, que pudieran delatar una cirugía tan reciente.